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Tras una trayectoria en el mundo empresarial, Peter Van Coppenolle se vio atraído por un nuevo desafío en un campo en el que ya había acumulado mucha experiencia: la industria alimentaria. Junto con su compañera Tine Decorte, en 2014 encontró un proyecto prometedor muy cerca de su casa de vacaciones en España: una bodega inactiva con viñedos muy bien situados, pero muy desatendidos.

Trabajando desde Bélgica (¡de momento!) revitalizaron el negocio: los viñedos se pusieron a punto, replantando alguna parcela; la bodega se limpió y se organizó, se reparó la maquinaria y se renovó lo necesario, Enseguida, primer lote de uvas estuvo listo para fermentar. La bodega pasó a llamarse Bodegas La Canetana, tomando el nombre de la localidad donde se encuentra, el pueblo de Canet Lo Roig.

Un nuevo logotipo y etiquetas modernizadas culminaron el inicio de este proyecto.

Sin prisa pero sin pausa Tine y Peter comenzaron a formar parte del mundo de la enología, hasta el momento desconocido para ellos. ¡Y les fascina! Mientras tanto se han formado como viticultores, enólogos y sumiller calificados. En 2016 lanzaron su primer lote de vino joven, una pequeña muestra de su  "Roig de Canet", junto con una gama de vinos tintos y blancos que ellos mismos seleccionaron y vendieron con su propia marca.

Poco a poco ampliarán la gama de productos y aumentarán la capacidad de producción de la bodega. Tal y como ocurre con el vino, todos estos procesos también necesitan su tiempo ....

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